Vamos a insistir con esta idea: una e-bike es para todo el mundo.
El que anda mucho en bici, podrá hacer más kilómetros en el mismo tiempo de entrenamiento. El que anda poco en bici, podrá hacer más distancia que antes o los mismos km en menos tiempo. Y el que lleva años sin subirse a una bici y tiene poco estado físico, podrá retomar este deporte progresivamente.
Los profesionales aprovechan las e-bikes para hacer más km en el mismo tiempo de entrenamiento y así practicar más la técnica.
Existe la idea de que las e-bikes son para vagos, pero esto no es cierto. Con una e-bike, tu esfuerzo y entrenamiento depende de ti. Puedes ir a 100ppm o 160ppm, todo depende de las ganas que tengas ese día de exigirte a ti mismo.
Según la necesidad del usuario, es posible configurar 5 niveles de asistencia al pedaleo, sólo con presionar un botón en el display. El primer modo es el que menos asiste y el quinto modo el que más asiste en el pedaleo.
Además de los modos anteriores, las e-bikes KLØVER incorporan un modo caminar o “walk”, que se acciona desde el display en el manillar.
Esta útil función, permite que la bicicleta traccione mientras el usuario camina al costado, facilitando la marcha conjunta y el equilibrio, especialmente en pendientes.
Una vez que se superan los 25 km/h se habilita el modo BOOST en el display, el cual permite que la bicicleta acelere sin intervención del usuario hasta los 45 km/h y mantenga esta velocidad mientras el botón continúe presionado.
La autonomía de un e-bike depende de muchos factores. Los principales son:
- El peso del usuario,
- El desnivel de la ruta (cuanto más desnivel tengamos, más asistencia necesitaremos y más batería gastaremos),
- El modo de asistencia empleado,
- La presión de las cubiertas,
- Y por supuesto las ganas de exigirte que tengas ese día.
Lo normal es hacer entre 50 km y 100 km de autonomía en función del modo empleado.
Los cambios en una e-bike funcionan de manera similar a una bicicleta estándar, pero adquiere mayor protagonismo la cadencia (número de vueltas completas que se dan a los pedales en un minuto).
Se optimiza el rendimiento del motor cuando se adecua la cadencia al terreno, intentando mantener un ritmo de pedaleo constante, ya sea en ascenso o en descenso.
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